viernes, 22 de febrero de 2008

Mis Nunca

No seré jamás quien tomase tu virginidad,
no seré tu compañero de 7 años (que ya no tengo)
con quien jugaras a la lascivia del doctor y la casita
mostrando lentamente tus impúberes dudas,
las diferencias que hacen latirnos el corazón,
lo prohibido, que es el juego más exquisito,
esa risa que sólo una vez sabe nacer en la vida.

No llegué a tiempo a ser príncipe azul
en tus sueños y masturbaciones adolescentes
(en esa época mis únicas princesas eran nubes);
no fui los labios ni la lengua
que electrizaran por primera vez tu boca,
ni fueron mías las lágrimas de tu primer desamor:
ése que hace romperse algo adentro para siempre.

No te envié esa única carta de bienvenida
al mundo que entonces desconocías del amor,
ni te pude entregar esa flor que jamás se olvida,
no fue mi cama la que poblaste después de la tuya.

No fue mi nombre por el que tu madre
habría de saber que su hija ya había crecido.

No pude ser de tus poemas la musa, el signo,
el demonio, la guitarra, la excusa, ni tu ausencia;
en tus cuentos no era yo la trama, el héroe,
el lector, ni siquiera el personaje que se muere
y en tus cuadros no fui siquiera tu color favorito.

No pude figurar como alguno de tus maestros:
no te di la iluminación de los moteles,
los estados místicos de los primeros orgasmos,
no fui el profesor de las frases terribles
que se dicen antes y durante el amor,
el que te enseñase el arte y las técnicas del placer,
con quien aprendieras que el deseo
apetece todas las razones y lugares públicos:
un teléfono, el parque, un sueño, la acera...

Y todo esto me pesa como una maldición,
mi amor, que llegaste tarde y ya sabiendo,
o por lo menos no habiendo sabido por mí.

Esta tristeza que debiera ser imposible,
esta condena que tendría que estar prohibida
esta maldición que es absurda como el mundo,
estos versos que nunca debieron ser escritos,
existen solamente porque te amo, mi mujer ajena...

3 comentarios:

El Pobre dijo...

Una versión de Idea Vilariño

YA NO

Ya no será,
ya no viviremos juntos, no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa, no te tendré de noche
no te besaré al irme, nunca sabrás quien fui
por qué me amaron otros.

No llegaré a saber por qué ni cómo, nunca
ni si era de verdad lo que dijiste que era,
ni quién fuiste, ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido vivir juntos,
querernos, esperarnos, estar.

Ya no soy más que yo para siempre y tú
Ya no serás para mí más que tú.
Ya no estás en un día futuro
no sabré dónde vives, con quién
ni si te acuerdas.

No me abrazarás nunca como esa noche, nunca.
No volveré a tocarte. No te veré morir.

rolando dijo...

Gracias por la respuesta con otro poema. Esas respuestas sí que son geniales, aunque creo que los dos poemas no se entendieron del todo entre sí: el mío tiene una lánguida mirada hacia atrás, hacia un tiempo pasado imposible, mientras que tu respuesta mira, quizás con alguna esperanza, hacia el porvenir imposibilitado... gracias

El Pobre dijo...

nunca entiendo sus poemas rolando. soy un desastre