lunes, 7 de julio de 2008

De regreso

¿me querrás mucho?
preguntas

más
de cuanto es suficiente
para que te sientas amada
respondo


Hubiera querido llamarte imposible,
pensé mucho, pensé demasiado,
en cobardes tácticas para la huida;
te pospuse y me emborraché,
regresaste bajo el signo de la luna
con tus cortos años de muchas vidas
y esa hermosa sabiduría milenaria

Vencí en ti al silencio reinante,
descubrimos bajo los años nuestras infancias
y nos deshicimos de los trajes,
durante unos instantes ambos recuperamos al mundo,
mientras jugamos con las lupas de nuestras miradas

Pero igual hubiera hecho de ti un imposible,
pues mi aún inexperto miedo,
esta radical incompetencia en la palabra viva,
todas mis deformaciones profesionales,
cuanta excusa me parecía válida,
esta locura de botellas, libros, ideas,
me hacen este ser solitario, equivocado,
que ya, simplemente, no sabe qué querer

Fue entonces cuando todo mi universo
se hizo un cristal de preguntas,
caído sobre el concreto de las dudas;
fuiste el vértigo entre ir y llegar
o incluso la posibilidad de nunca aparecer,
y me emborraché nuevamente

Pero esta vez eras diferente
esta vez eras solamente tú,
sin nada, ni nadie más, sin conceptos,
y tenía para ti tus propias palabras;
ahora pienso: “Y si me pregunta:
¿me querrás mucho?”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡Hasta que al fin!!!

Pero ya le dije, cuelgue sus investigaciones de Lucrecio y cosas de esas menos "enamoradas".

Cantiflas el domingo

rolando dijo...

Gracias por pasar. Pero al chile que esa sensibilidad (o su falta) es incorregible en usted! Ahì le pondrè algo de la U. Que aburrido!!